¡Basta ya de manipulación histórica y adoctrinamiento infantil!
Lo que hoy denuncia este titular no es solo un insulto a la verdad histórica: es una ofensiva más del régimen progresista contra la memoria de quien salvó a España del caos, del comunismo y de la disolución nacional. Un concurso escolar, financiado con dinero público. ¡75.000 euros!, para que nuestros hijos programen videojuegos burlándose de Franco. ¿Hasta dónde quieren llegar?
Francisco Franco no fue un tirano, como repiten sin cesar desde los púlpitos del sistema: fue el artífice de la reconstrucción nacional, el garante de la unidad de España y el freno al marxismo internacional que pretendía convertirnos en una colonia soviética. Bajo su mando, España recuperó la dignidad, la soberanía y el orden. Y hoy, esos mismos valores que defendió con firmeza se ven atacados desde los colegios, con el aval de un gobierno entregado al revisionismo más burdo.
Esto no es educación. Es reprogramación ideológica. Es sembrar odio en los corazones de los jóvenes, enseñarles a escupir sobre su historia en lugar de conocerla con rigor y respeto. ¿Dónde queda el pensamiento crítico? ¿Dónde el derecho a tener una visión distinta a la que impone la izquierda? No se trata ya de memoria, sino de venganza. Venganza disfrazada de pedagogía.
Desde aquí, alzamos la voz. Porque no vamos a quedarnos callados mientras convierten las aulas en trincheras ideológicas. Porque Franco no se toca. Porque España no se arrodilla ante el relato único de los derrotados. Y porque nuestros jóvenes merecen una educación libre, no un manual de odio subvencionado.