Franco ante su verdadera historia. Por José María Nieto Vigil. Doctor en Filosofía y Letras y periodista

Franco ante su verdadera historia. Por José María Nieto Vigil. Doctor en Filosofía y Letras y periodista

Memorable e inolvidable, por su “sorprendente” metamorfosis posterior, fue el discurso del Rey de España, Juan Carlos I,  ante las Cortes Generales, cuando aceptó, sin reserva ni recato mojigato, la sucesión de su mentor, Francisco Franco,  a título de Rey de todos los españoles.

El mito del maquis: marketing y terrorismo a partes iguales

El mito del maquis: marketing y terrorismo a partes iguales

Hubo un tiempo en el que perder una guerra te dejaba dos opciones: aceptar la realidad o echarte al monte y esperar a que las cosas cambiaran a tu favor. El maquis eligió la segunda. Y desde entonces, la historiografía amable ha tratado de pintarles como héroes románticos, como si fuesen una versión ibérica de los partisanos yugoslavos o de la Resistencia francesa. Pero seamos honestos: ni eran tantos, ni tan organizados, ni contaban con el apoyo de la población.

Mentira, manipulación y falsedad sobre la  hipotética «fortuna de Franco». Por Francisco Torres García. Historiador

Mentira, manipulación y falsedad sobre la  hipotética «fortuna de Franco». Por Francisco Torres García. Historiador

Por desgracia para los «manipuladores» resulta que sin realizar una gran investigación, recurriendo a la prensa, es fácil conocer, no de forma absoluta claro está, cuáles eran las propiedades de Francisco Franco en 1975 que aparecen en un testamento que había otorgado en los sesenta.

No me sancionen, por favor: la política social fue cosa de Franco. Por Pedro González Murillo

No me sancionen, por favor: la política social fue cosa de Franco. Por Pedro González Murillo

En ese texto se defiende la idea de que el nombre propio de Franco y el término social pueden ir, deben ir y van indudablemente unidos. Se mantiene que en la época estudiada se desarrollaron políticas sociales de resultados tangibles e innegables que hoy, cuando menos, se silencian, especialmente si a los programas educativos de los más jóvenes nos referimos.