El mito del maquis: marketing y terrorismo a partes iguales
Hubo un tiempo en el que perder una guerra te dejaba dos opciones: aceptar la realidad o echarte al monte y esperar a que las cosas cambiaran a tu favor. El maquis eligió la segunda. Y desde entonces, la historiografía amable ha tratado de pintarles como héroes románticos, como si fuesen una versión ibérica de los partisanos yugoslavos o de la Resistencia francesa. Pero seamos honestos: ni eran tantos, ni tan organizados, ni contaban con el apoyo de la población.