Me entero leyendo la prensa no adicta al nuevo régimen que el diputado Santiago –de santo nada, que conste- ha impulsado una moción parlamentaria para que sean condenados o fuertemente sancionados los organizadores y firmantes de la Plataforma 2025; precisamente, un colectivo que pretende difundir la Historia amordazada del régimen de Franco. Régimen político, que un humilde servidor conoció, bien es cierto que en sus últimos años, y que la nomenclatura demoniocrática -¡Por Dios, que no son demócratas sino privilegiados de seis mil euros mensuales…!- pretende que nos olvidemos de aquella prosperidad y riqueza continuadas, sin necesidad de la intermediación de incontables profesionales políticos y asesores que se vendimiasen, como ocurre ahora, gran parte de nuestro esfuerzo personal y presupuestario. Y Enrique Santiago debiera saber algo de ello, no en vano nació en Madrid un 18 de julio de 1964 ¡Vaya por Dios, tovarich! Precisamente cuando en España se conmemoraba por todo lo alto el XXV aniversario de la Paz y la fiesta anual del Alzamiento…

Mira Santiago, tú de comunista solamente tienes lo peor de esta ideología: el odio feroz e incurable contra el adversario político; repulsión atávica que ha llevado a tus camaradas a asesinar a millones de personas desde 1917 en adelante. Y no me vengas con la  cantinela de los pobres y necesitados, que a ti nunca te he visto en un comedor social ni tampoco repartiendo tu millonaria paga parlamentaria entre los pobres de las barriadas y aldeas más retrasadas de nuestro país. Tu socialismo es solamente de palabra, parangonable a la de aquellos asesores soviéticos que tan bien vivían en los hoteles de lujo del Madrid de la guerra civil, mientras que el pueblo madrileño subsistía a base de comer hierbas o mondas de patatas, cocinar ratas o lagartos…De ahí salió aquella conseja popular que quizás hayas oído alguna vez: Con los rojos, hambre y piojos

Y eso es lo que estáis haciendo con el pueblo español, dilapidando su esfuerzo personal en memorias históricas, medioambientales, carnales y demás corruptelas progres ¿Cómo que no es corrupción cuando el actual ministro de la Memoria está implicado en la trama millonaria y corrupta de las mascarillas de la pasada pandemia, habida cuenta que miles y miles de españoles perecieron mientras tanto víctimas de la COVID? ¿Cómo que tú no eres cómplice en esa corrupción cuando tu partido no ha pedido en voz alta que el ministro Torres dimita ipso facto por tal felonía? ¿A qué esperáis los voceros superficiales de los derechos humanos? Y es que os calláis porque la suerte de los fusilados por los nacionales durante la pasada guerra civil os trae al pairo si no le sacáis rédito político[1]. Esa es la triste verdad, pues si a un pariente mío lo hubieran ejecutado las tropas franquistas pediría inmediatamente que el ministro Torres y su adorable jefe dimitieran de inmediato, pues mi hipotético pariente pudo morir por el socialismo o, si se quiere, por el plan quinquenal, pero en absoluto para que un faldero socialista de Arucas reciba de un empresario comisionista un piso amueblado en la capital de España, con hilo directo con mujeres libertinas, confundiendo así la lencería femenina con la socialización de los medios de producción ¡Qué tremendo deshonor, camarada! Demuéstreme lo contrario, pardiez…

No obstante, sí existe una característica muy marcada en tu carácter que nos lleva lamentablemente a lo más horroroso de la pasada guerra civil: esa inquina psicopática contra el contrario, que yo también la he notado entre los miembros de las checas comunistas y socialistas del Madrid frentepopulista; en los policías izquierdistas que robaron todo lo que pudieron a simples ciudadanos por leer el ABC o  acudir a misa en la retaguardia republicana. Obviamente, en los comandos de ejecutores rojos que terminaron con la vida de más de 150.000 infelices durante la pasada guerra civil; en las gavillas de malhechores socialistas, comunistas y anarquistas que sometieron a bárbaros martirios a miles de españoles en la pasada guerra civil; sin olvidar los sanguinarios guerrilleros que violaron solteras y casadas, apaleando cientos de aldeanos para apropiarse de sus bienes en la dura posguerra… Para cometer estas atrocidades, que a todo buen ciudadano repelen, es menester odiar y odiar con fiereza montaraz. ¡Ea! Demuéstrame que no sientes como aquellos terroríficos comunistas de antaño y retiro lo expuesto, pues habiendo sido el abogado de ciertos grupos terroristas iberoamericanos sabes bien lo que digo…

Y si no lo comprendes, paso a  explicártelo. Desde la constitución de la III Internacional en 1919, centenares de agentes soviéticos se desparramaron por el orbe, predicando la revolución mundial, siguiendo las férreas instrucciones de la URSS; por lo que fue menester inocular odio político entre los agentes y seguidores del comunismo moscovita a fin de obtener réditos políticos inmediatos. El odio, mi estimado camarada, no se cura tan fácil, sobre todo si el individuo es tozudo; y los militantes comunistas lo sois en grado sumo. Con el odio político inoculado, los militantes comunistas se convirtieron –y seguís convirtiéndoos- en unos soldados irreductibles. Y es que para un soldado fanático, al enemigo hay que eliminarlo, no cabe piedad ni auxilio al vencido… Y tú de esto debes saber mucho, pues tus guerrilleros-clientes colombianos practicaron una política de exterminio y opresión desde años ha…

No obstante, lo que más me sorprende, queridos comunistas estilo woke, es vuestra docilidad en relación con el sátrapa de Sánchez; parece que le perdonáis todo, como si fuera un nuevo Stalin, cuando el dictador georgiano nunca puso su familia a forrarse a cuenta del Estado y operó en pos del crecimiento de la URSS, siquiera cruelmente. Vosotros os calláis, como dóciles sirvientas, cuando Sánchez es el capo de una burguesía voraz, dispuesta a enriquecerse a cuenta del Estado, siquiera se titule socialista, arramplando con todo. Por ello, parece que sois los mamporreros de esta banda de aburguesados izquierdistas, que están dilapidando todos nuestros recursos financieros a una marcha supersónica…

Si realmente fuerais comunistas de verdad como El Campesino o Jesús Hernández en su tiempo, protestaríais en voz alta y os apartaríais del nuevo tirano, como hicieron ellos en relación con Stalin. Y es que no tenéis valor para ser verdaderos comunistas; de hecho, habéis denunciado la Plataforma 2025 en las Cortes porque os asiste el derecho de aforamiento. Si realmente os creyerais la denuncia contra la Plataforma 2025 –por infringir acaso la Ley de Memoria Democrática-, tú, Santiago, presentarías la denuncia en un juzgado o en una oficina administrativa cualquiera. Y te arriesgarías a ser procesado, si la denuncia fuera temeraria. Por eso lo habéis presentado en sede parlamentaria, porque estáis aforados ¡qué cobardes sois, camarada tovarich! Tan cobardes como Modesto y Pasionaria, al purgar en la Rusia de 1940 al Campesino, quien fue internado en un campo de concentración soviético, abandonándolo su mujer y muriendo su hijo de tuberculosis.

En el fondo Pedro Sánchez se está aprovechando de ese odio atávico que poséis los comunistas fanáticos desde 1919 y que, en España, es fenómeno harto peligroso; no en vano llegó hasta el extremo de que el mismo Trotsky fuera asesinado vilmente por un comunista español, que procedía de la alta burguesía catalana ¡Ni más ni menos que atentar contra el creador del Ejército Rojo, las tropas que os dieron el poder!… Y es que, fanáticos comunistas, estáis haciendo lo que Pedro Sánchez no quiere hacer por sí mismo, por mancharse excesivamente sus manos de lodo y podredumbre. Seguid así, fanáticos de la opresión y la esclavitud políticas, y lo convertiréis en el Sátrapa Supremo. Y mucho me temo que pasará como en 1939, que después de robar y extraer para el extranjero todos los fondos bancarios y alhajas de la España republicana, quienes disfrutaron de verdad de lo extraído fueron unos listillos socialistas (Negrín, Pascua, Prieto, etc.), mientras vosotros terminabais trabajando para la policía soviética como confidentes, tiritando de frío o incluso encerrados en los campos de concentración estalinistas.

Pero… fanáticos de Sánchez ¿quién este individuo socialista para seduciros tanto? ¿Por qué este trilero político os tiene tan calladitos? Si es un simple metro noventa que únicamente sonríe ante la cámara; amante, eso sí, del lujo desmedido, siquiera tahúr de partida tabernaria y detentador de la plata ajena… Exiguo bagaje para un revolucionario proletario de los de antaño, camarada comunista. Y digo yo: para metro noventa el de Fidel Castro ¡caray! quien también era socialista y criado en colegios católicos y de pago, lo mismo que el sátrapa actual de la Moncloa, pero al menos Fidel combatió duramente en Sierra Maestra. En cambio, nuestra pesadilla de metro noventa huye ante cuatro paisanos enfadados de Paiporta y después ordena a los servicios especiales antiterroristas que detengan a los cabreados. Igualico de cobarde que vosotros al pedir en sede parlamentaria la persecución de un colectivo pacífico de militares retirados, periodistas, letrados y hasta sencillos metalúrgicos, simplemente por defender el legado de Franco, como la mayoría de españoles hicieron en noviembre de 1975 ¡pero si hasta la Cuba comunista de los Castro decretó luto por la muerte del generalísimo!

[1] Si no fuera así, no se comprende como la tropa de memorialistas del rojerío echara pestes contra el recién fallecido SÁNCHEZ DRAGÓ, un antiguo militante del PCE bajo el franquismo cuyo padre sí fue fusilado en la zona nacional durante la guerra, pero que no se mordía la lengua como novelista de raza que era. Y es que el PCE actual parece significar Partidarios del Crimen Estatalizado antes que cualquier otra cosa, a tenor de lo que a continuación se dirá.

Publicado en el Español Digital


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