Franco libre, Sánchez encerrado. Por José Ramón Ferrandis
Si Pedro Sánchez sale a la calle, su segura compañía son insultos, gritos, rechazo frontal del pueblo español que le responsabiliza, con acierto, de los males de la Patria. No importa el cordón de protección que se habilite al efecto: Sánchez siempre es denostado unánimemente allá donde va.
